«Esto ya es como el fútbol tradicional»: Ibai sabe que tiene un problema con los salarios de la Kings League
«Esto ya es como el fútbol tradicional»: Ibai sabe que tiene un problema con los salarios de la Kings League
La Kings League ha supuesto un antes y un después para el streaming, consiguiendo atraer a más de 2 millones de usuarios en Twitch, TikTok y YouTube. En Xataka hemos seguido el fenómeno: cómo consiguió atraer el público joven con una competición de fútbol gamificada, cómo metió a 92.000 personas en el Camp Nou en su final y ahora más recientemente la decisión de ceder los derechos a la televisión tradicional para que sea emitida también en Cuatro y la polémica por el salario de los jugadores.
La competición se ha ganado la fama a pulso, atrayendo a los más jóvenes con las caras de sus streamers favoritos y repensando las normas del fútbol (incluyendo un estrambótico sistema que nunca imaginamos en un estadio: dados gigantes que deciden acciones, tarjetas de la suerte que desbloquean modos de juego diferentes). Y ha convertido el fútbol en un exitoso híbrido de deporte y videojuego.
También te podría interesar:
Ahora que la Kings League está en boca de todo el mundo, surge la siguiente pregunta: ¿De dónde sale el dinero para montar todo esto? Hasta ahora, antes de la adquisición de los derechos por Mediaset, la forma de hacer negocio de la Kings League era muy diferente de las ligas convencionales. Principalmente, porque no obtienen rédito económico de los derechos televisivos que otras competiciones deportivas venden a cadenas o plataformas.
En este caso, se emitía gratuitamente en Twitch y la vía principal de ingresos son los patrocinios: InfoJobs, Cupra y otras grandes marcas como Adidas, Grefusa, Spotify, Mahou, Xiaomi o McDonald’s. Y para la Queens League, la versión femenina, Oysho es el sponsor principal. El Confidencial apuntaba en este artículo que los patrocinios estaban engrosando las arcas de la competición con «cifras de hasta un millón de euros».
Y, sin embargo, a pesar de todo lo conseguido, lo que más llama la atención es que los jugadores tengan un salario tan bajo: 75 euros brutos por partido. Sí, el sueldo que están cobrando sus jugadores es el equivalente a 300 euros brutos al mes, siendo la competición quien abona estos pagos y no cada club.
El problema de los salarios en realidad lleva levantado una polvareda desde que en la fiesta de la Final Four, Piqué, el presidente de la competición, cogió el micrófono y prometió mejores sueldos: «Esto solo ha hecho más que empezar, vamos a subir sueldos», dijo mientras el público coreaba su nombre. Esto se interpretó por muchos jugadores como un cambio inmediato, pero la realidad es que el segundo split dio el pistoletazo de salida y los sueldos seguían igual. Y ni el acuerdo con Mediaset ha cambiado nada de momento.
Nos pusimos en contacto con la Kings League, que nos señaló: «Lo solucionaremos, pero de forma privada» y explicaron que «ya se dijo públicamente en varias ocasiones que habría un aumento de salarios, pero no se definió que fuera a ser al inicio del segundo split«, así como que recientemente hubo una reunión con los jugadores para tratar varios asuntos, incluido este.
Analizando el modelo de negocio y sus obstáculos
Recientemente, y mientras sigue haciéndose más grande la polémica, Ibai ha querido explicar en uno de sus directos los motivos por los que ha pasado todo esto:
«Yo quería que todos mis jugadores viviesen de la Kings League. De mis patrocinadores pagarles yo. Esto no se me ha permitido porque entonces desbalanceo la liga completamente, claro. Entonces esto ya es como el fútbol tradicional, que hay gente que paga mucho y hay gente que paga poco. ¿En qué se convierte esto? En que uno gana mucho y el otro paga poco».
Tal y como afirma Llanos, aunque los presidentes tenían la intención de pagar mejores salarios, el desequilibrio económico entre los distintos presidentes, junto a las diferencias entre patrocinios de cada club, hizo que los equipos más modestos no decidieran pagar más de esos 75 euros por partido.
De hecho, algunos presidentes como Ibai o Spursito han propuesto algunas soluciones temporales mientras se decide qué hacer con las retribuciones económicas. Su idea se basa en que los clubes con más ingresos aporten una mayor parte de los gastos provenientes del salario de los jugadores para que los presidentes que generen menos ingresos no se vean tan afectados. Aunque de momento no se ha puesto en marcha.
«Vale, busquemos un término medio coño. De los porcentajes de lo que ganan los presidentes por los patrocinadores que tienen, destinemos un porcentaje en mejorar el sueldo de los jugadores. ¿Qué es lo que pasa? Que hay presidentes que no tienen patrocinadores. Claro, si ingresas cero… ¿El 50% de cero cuánto es gente del chat? Efectivamente, cero. Entonces, sigue estando desbalanceado. Es decir, el problema es que cuando tú pones dinero real de por medio, o dinero de los patrocinadores, el problema es que el que gana mucho pues puede pagar bien y el que gana poco puede pagar poco».
El problema de fondo, sin embargo, y a pesar de las buenas intenciones de Ibai y compañía, es que la Kings League usa al final el mismo esquema para generar valor que el fútbol tradicional: el espectáculo general de la competición no es tan interesante como el valor que cada equipo o jugador genere a nivel de marca y de impacto. Es decir, al igual que en las ligas convencionales, los clubes más atractivos acaban siendo más rentables, captan más patrocinadores y pagan más dinero.
Partiendo de esto, la Kings League tiene difícil revertir la dinámica por su modelo de autogestión: permite que cada club opere de forma relativamente autónoma (en lugar de centralizar patrocinios y repartir). Y será este el debate al que tendrán que enfrentarse sus directivos.
Además, el asunto se ha convertido en algo primordial para la competición, ya que, tal y como señalaba Relevo el otro día, ha llevado a varios jugadores a plantear una huelga. Y con motivos. Hay que tener en cuenta que, pese a que muchos de ellos han conseguido dar el salto a la fama creando contenido independiente y aprovechando el empujón de la Kings, al final son los presidentes y streamers quienes están acaparando casi todas las audiencias. Y los jugadores, los peones de la competición y que más dependen de esos salarios, siguen al final de la cola.
Fuente: Xataka / Albert Sanchis