El precio a pagar por desbloquear el mapa al completo de Zelda: Tears of the Kingdom son 16 minutos de la misma cinemática
El nuevo videojuego de la saga de Nintendo es todo un hito repleto de horas de entretenimiento. Pero hay 16 minutos y 15 segundos en los que quizás no te diviertas demasiado
Aunque en Tears of the Kingdom Nintendo ha aumentado la cantidad de historia contada a través de cinemáticas, la realidad es que de las decenas y decenas de horas que puedes dedicar al nuevo Zelda, la inmensa mayoría de ellas son jugables. La enorme cantidad de contenido que alberga esta segunda visita a Hyrule hace que no puedas despegarte de la Switch en mucho tiempo… Pero sí que hay algo que nos hará tener los dedos sin pulsar botones durante un buen rato.
No nos referimos a las Lágrimas de Dragón, que cumplen el papel que hacían los Recuerdos de Zelda en Breath of the Wild, si no más bien a una cuestión mucho más concreta. Si quieres desbloquear todo el mapeado, esta secuela también se te obligará a activar una serie de atalayas (concretamente 15).
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Tal y como os contamos en un reciente artículo, en Tears of the Kingdom se accede de una forma bien distinta a ellas. Ahora entraremos por abajo, y todas ellas tienen un mecanismo que lanza por los aires a Link para que pueda escanear también las islas celestes. Este «ascensor» puede ser usado siempre que queramos para ascender a las nubes, pero la primera ocasión es especial.
Unos brazos metálicos al más puro estilo Dr. Octopus desplegarán un dispositivo en el cuerpo de nuestro héroe. Una especie de cable USB se conectará a la Tableta de Prunia, mientras también se nos acopla un alargador de dicho cable. Link saldrá por los aires y en el cénit de su subida, mapeará con el escáner de su dispositivo los niveles superiores y de suelo de Hyrule.
Esta cinemática consta de dos partes. La primera puede saltarse, ya que simplemente es en la que activamos el punto de teletransporte y a la atalaya en sí; pero la segunda no. Y si tiramos de cronómetro, son un total de 65 segundos. La cuenta es simple: al multiplicar este dato por las 15 atalayas disponibles en Tears of the Kingdom, nos vamos a 16 minutos y 15 segundos.
Es cierto que cada cinemática tiene alguna variante, como que en la parte final ya puede ver de soslayo alguna de las islas flotantes cercanas, y prepararte entonces para el camino a seguir en paravela. Pero la realidad es que las tres primeras ocasiones tienen gracia, y luego se hacen algo pesadas.
Xataka / José A. Mateo